Querido diario: Hoy te voy a describir la clase de gente con la que me codeo aquí, en el perfumado culo de Francia, en la Provenza. Carlo: cincuenta y pico, espigado, flaco, moreno y con una cresta cana que creció demasiado y ahora está tan larga que parece un sicario siciliano, pero es argentino Siempre… Sigue leyendo Billy (III) La tripulación
Categoría: Las aventuras de Billy Tongue (La Ciudad de la Furia)
Billy (XI) El río Meouge
Con cada pedalada, Billy parecía atropellar un gato. La bici hacía un ruido infernal, casi lloraba pidiendo clemencia. Pero Billy frunció el ceño. Hoy iba a ser el día. Hoy conseguiría subir a la col. de st Jean, de una vez por todas. Carajo. Lo llevaba intentando una semana, pero aquella montaña se asemejaba al… Sigue leyendo Billy (XI) El río Meouge
Billy (X) Zuzú menstrúa
Zuzú se quitó el delantal azul, salió de la cocina arrastrando los pies, y se metió en su caravana, totalmente rendida. Se dejó caer sobre el colchón, y cerró los ojos. Había sido un día muy largo, muchos clientes y mucho calor. La ensalada que se había comido hace doce horas había desaparecido en su… Sigue leyendo Billy (X) Zuzú menstrúa
Billy (IX) El sabor de la nieve
Caspa. Era la primera vez que Billy veía nevar. De donde él procedía, lo más parecido podía ser la paja volando por el páramo, cuando una horca la levantaba. Caspa del diablo. No cabía otra explicación. El obtuso cerebro del muchacho trabajaba tanto, que podía condensar vaho alrededor de la punta de sus orejas. Si… Sigue leyendo Billy (IX) El sabor de la nieve
Billy (VIII) Despertar
Cuando Billy sintió hambre, se incorporó trabajosamente en su cama, alargó el brazo huesudo hasta la cómoda (que no debía estarlo mucho, debido a la miríada de ropa y objetos que se acumulaban encima), tratando de hallar su reloj. Las ocho menos cinco. Despegó su otra mano de su espalda, donde la cama la había… Sigue leyendo Billy (VIII) Despertar
Billy (VII) Pedaladas
Billy se despertó sobresaltado, se frotó los ojos y miró alrededor. Bien, se dijo. Estaba en la caravana, aquella olla a presión que le hervía a fuego lento a la hora de la siesta, con las moscas que se colaban por el ventanuco sirviendo de sazón. Despegó la espalda empapada del suelo (pues se había… Sigue leyendo Billy (VII) Pedaladas
Billy (VI) Desastre
Cuando Billy entró al almacén, cogió aire. Era una habitación pequeña, pero tan atestada de objetos que a veces necesitaba mentalizarse para cruzarla. Al fin se aventuró a avanzar, con toda la cautela del mundo. Un bosque de cajas apiladas en equilibrios imposibles, de herramientas esperando como hienas un movimiento en falso para taladrar un… Sigue leyendo Billy (VI) Desastre
Billy (V) En el bar
Billy desmontó de la bici y la dejó yaciendo en el prado. Tenía las piernas hinchadas, y caminaba como un cowboy sudoroso. Abrió la puerta de la cocina con un golpe de cadera, y se sirvió medio litro de agua, con un poquito de concentrado de melocotón, como los hombres valientes. Notó cómo le raspaba… Sigue leyendo Billy (V) En el bar
Billy (IV) Lo que comen los cerdos
Billy entró en el bar. Estaba completamente atestado aquel viernes, se notaba que la gente necesitaba salir a estirar los ojos, como los caracoles. Mucho trabajo y mucha lluvia, el caldo de cultivo perfecto para una pulmonía, o para una noche de éxtio. Pensaba Billy. Se había encnontrado solo últimamente, así que decidió salir a… Sigue leyendo Billy (IV) Lo que comen los cerdos
Billy (II) Billy Tongue
Cuando Billy terminó, por fin, de ordenar el almacén, se tocó la barba y la sintió más larga que antes de empezar. Estornudó sonoramente, espantando a unos pájaros que dormían en el árbol de la puerta del garaje, se enjugó la nariz con un dedo que parecía una talla de ébano, y dio un paso… Sigue leyendo Billy (II) Billy Tongue